Suzanne te lleva abajo
a su sitio junto al río
Tu puedes oír pasar los barcos,
puedes pasar la noche junto a ella
y sabes que ella está medio loca
pero eso es por lo que quieres estar allí
y ella te ofrece te y naranjas
que vinieron todo el camino desde China
y justo cuando tu quieres decirle
que no tienes amor que darle
ella te sintoniza en su longitud de onda
y deja que el río conteste
que tu siempre has sido su amante
y tu quieres viajar con ella
y tu quieres viajar ciego
y tu sabes que ella confiará en ti
porque tu has tocado su cuerpo perfecto con tu mente
Y Jesús fue un marinero
cuando caminaba sobre las aguas
y pasó mucho tiempo observando
desde su solitaria torre de madera
y cuando supo seguro
que sólo los hombres ahogados podrían verle
dijo: "Todos los hombres serán marineros entonces
hasta que el mar los libere"
Pero el mismo fue roto
mucho antes de que el cielo se abriera
Abandonado, casi humano,
se hundió bajo tu sabiduría como una piedra
y tu quieres viajar con él
y tu quieres viajar ciego
y piensas que quizás confíes en él
porque el ha tocado tu cuerpo perfecto con su mente
Ahora Suzanne te toma de la mano
y te conduce al río
Ella lleva ropas viejas y adornos
de los estantes del Ejercito de Salvación
y el sol se derrama como miel
sobre nuestra señora del puerto
y ella te enseña donde mirar
entre la basura y las flores
Hay héroes entre las algas
Hay niños en la mañana
Ellos se asoman buscando amor
y lo harán así para siempre
mientras Suzanne sostenga el espejo
y tu quieres viajar con ella
y tu quieres viajar ciego
y tu sabes que puedes confiar en ella
porque ella ha tocado tu cuerpo perfecto con su mente
Leonard Cohen
sábado, 17 de febrero de 2007
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6 comentarios:
Ambos han tocado sus cuerpos perfectos con sus respectivas y perfectas mentes. Por eso les es dado iniciar la travesía a Ítaca.
Suerte a los viajeros
Impresionante río ¡Y como saltan esas piedras y se pierden secretas entre las altas hojas del verano!
"¡Conductor! Grité, estamos usted y yo esta noche.
Huyamos de esta gran ciudad
a una ciudad más pequeña, más propia para el corazón..."
Han vuelto los ojos... ya volverá el resto del cuerpo.
Eloiiiiiiiiiiise!!!
¡Qué canción!
Impresionante, Gran Heraldo, como siempre.
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